El contenido de esta imagen es el resultado de una preciosa mañana de domingo.
No hemos sido capaces de encontrar Libros Libres; supongo que el motivo principal es que abrían a las doce, y nosotros hemos estado pululando por Covarrubias en torno a las once.
Sin embargo, no hemos desfallecido y, pasito a pasito, hemos llegado a La Casquería.
No sin antes abrirnos paso por El Rastro empleando la técnica de los amables empujones.
(En la entrada del Mercado de San Fernando había un coro de seres humanos entonando cánticos espirituales. Ha sido bonito a la par que edificante).
Y nada, hemos pillado tres libros cada uno, y he donado un ejemplar de Fiebre onírica para la sección de relatos.
Por cierto, la chica de la báscula -muy maja ella- ha dicho "Uuy, qué bonito", cuando lo ha cogido.
Así que, ya sabéis, ¡el primero que llegue se lo lleva!
Que siga la fiesta.
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